En tiempos de miedo e incertidumbre, cuando las amenazas a la propia supervivencia y la de los demás se convierten en uno de los principales problemas de la vida diaria, considerando la sobrecarga emocional en los equipos de salud, sería un error creer que la tención de salud mental puede esperar y que los esfuerzos deberían enfocarse en preservar la vida.
Por el contrario, la salud mental es precisamente una de las claves para sobrevivir a esta pandemia y todo lo que conlleva a corto, mediano y largo plazo, desde la crisis potencial en la provisión de servicios de salud hasta ayudar a preservar y reconstruir una sociedad postpandemia. Se evidencia, desde antes de la pandemia, dificultades de salud mental en la población. Esto implica que el abordaje de los problemas de salud mental en los equipos de salud en contextos de pandemia sean distintos a los que puedan implementar otros.
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